Sábado
Parece una mesa desordenada, pero en realidad es una mesa llena de vida, de colores, de vuelta a la infancia, de compartir momentos que pasan demasiado deprisa.
Sábado de pensamientos alegres, música, flores de papel y hasta un programador de 15 años ayudando a mamá, que no entiende mucho de ordenadores.
Así pasa el día, entre tracas anunciando la fiesta y los niños perdidos del País de Nunca Jamás, que se asoman a nuestra ventana para entrar a jugar. Porque en esta casa se respira ese aroma a belleza que transforma lo normal en extraordinario y que, casi sin darme cuenta, transformó estas cuatro paredes en un dulce hogar.
Buenas noches soñadores 💙
#carol@escribirparavivir✍️
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