Viernes. Cielo.
Si nunca has rezado mirando el Cielo te invito a que lo hagas. Casi puedes tocar a Dios con tus ojos, tus manos, tus palabras. Es una sensación de libertad maravillosa. El aire entra en los pulmones hasta de una forma diferente. Sientes que hasta puedes volar y echarías a correr al encuentro con Jesús y te abrazarías a Él con total confianza.
Rezar mirando al Cielo no es cualquier cosa. Ves como las nubes se mueven, el sol ilumina tu cara y sientes el aire en las mejillas como besos de ángeles que te cuidan. Incluso si cierras los ojos sigues viendo ese azul inmenso que invita a soñar y a seguir viviendo.
De día o de noche. Siempre hermoso. La grandeza del Cielo no tiene tiempo, ni lugar, ni horizonte que alcanzar.
La grandeza del Cielo es infinita.
Buenas noches soñadores 💙
#carol@escribirparavivir✍️
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