Martes. Pelota de colores.


Mi mejor amigo me dejó olvidada en el apartamento y me sentí muy sola hasta que la puerta se abrió de nuevo y empecé a escuchar las pisadas. Me encontró debajo de una cama la mayor de la familia a la que las otras tres personas llamaban "mami". No eran muy pequeñas, pero creo que hace poco lo fueron, porque se pusieron contentas cuando me vieron por primera vez. Con mami eran tres chicas y un chico, creo que él es quien más me ha querido, porque me ha llevado rodando por el suelo  cada día de habitación en habitación. ¡Incluso he entrado en la cocina! aunque siempre que eso ocurría escuchaba a mami hablar más alto de lo normal. Creo que no le gustaba verme mucho por allí, sobre todo cuando ella estaba dentro. Pero me quería. Hubo dos días que la casa se llenó de niños más pequeños y mami me cogía y me lanzaba alto. Era divertido. Los niños se encaprichaban conmigo y me querían llevar con ellos, pero mis nuevos dueños no les dejaban. Decían que alguien me había dejado olvidada y que seguro que volvería a por mí. Yo estaba contenta. Dormía cada noche en un lugar diferente de la casa porque los pies me llevaban de aquí para allá. También, como soy blandita como un abrazo, han jugado mucho a estrujarme, pero no me hacían daño. Al contrario, era relajante para ellos mientras leían en silencio o veían alguna peli. 

Hoy mis nuevos dueños se han marchado. Pensé que me iban a llevar con ellos a la ciudad, a su hogar, pero en el último momento han decidido que lo mejor era dejarme, porque ellos no son mis dueños verdaderos. Y uno no debe llevarse algo que no es suyo. Mami se ha puesto contenta de ver que sus hijos han tomado la decisión correcta. Pero yo me he puesto triste. No quiero quedarme sola. Necesito un amigo, un niño, alguien que quiera jugar conmigo. 

Mami se ha encariñado conmigo, lo sé. Ella es la última que apagaba la luz por las noches. Se quedaba escribiendo, le he escuchado decir que le gusta mucho, también le gusta hacer fotos y hoy, antes de irse, me ha hecho ésta tan bonita. Me hubiera gustado lanzarme a sus brazos, pero sola no puedo, así que me he quedado ahí, posando como la mejor de las pelotas de goma, la más bonita. 

A lo mejor mami hace algo muy bonito con la foto e incluso tal vez escriba sobre mí.

He notado que el chico, que me ha querido mucho, me buscaba antes de marcharse y cuando me ha encontrado ha jugado conmigo para despedirse. 

La puerta se ha cerrado de golpe. Y sus risas y voces se han callado. Estoy sola de nuevo y les echo de menos. 

Después de unas horas se ha vuelto a abrir la puerta. Seguro que llegan nuevos amigos para seguir rodando, saltando, volando. Pero a mami y sus tres pensamientos alegres no les olvidaré nunca y sé que ellos a mí tampoco. Han sido unos días con ellos preciosos. 


#carol@escribirparavivir✍️

#verano2023

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