Lunes. Recordando el verano.

Tan temprano y la tarde ya es oscura. Atrás quedan los días de verano cuando la playa no tocaba la noche hasta bien tarde. Ahora todavía el sol quema, no quiere rendirse ante las nubes, ni la lluvia, ni el rocío de la mañana, ni el refrescar de la noche. El sol luce en mitad de la vida y no quiere perder ninguna batalla. Pero el tiempo pasa y tendrá que perder su furor aunque no quiera, como ninguna persona quiere envejecer. En mi ventana la luz se enciende cada día un minuto

más pronto y el azul del cielo es ese azul oscuro de otoño que empieza a ganar terreno aunque los rayos de sol lo pongan tan difícil. Y es que verdaderamente yo quisiera que venciera el sol.  Cierto que el otoño es suave, paciente y tranquilo, pero a mí me gusta el mar salvaje, las tardes de luz y bullicio y el amor de verano que es el más intenso y jovial que existe. Nunca quise que acabara el verano. Pero siempre termina. 

Buenas noches soñadores 💙

#carol@escribirparavivir✍️