Martes. Tarde de otoño y sofá 🌟


Cuando el día empieza como Dios manda siempre va bien. Y si además los niños me esperan en el trabajo, mejor que bien. Hoy mis emociones han cambiado y eso es bueno. No podemos quedarnos sumergidos en el mismo charco siempre. Hay que nadar hasta llegar al océano de agua transparente y limpia. 

Me gustaría tener el mundo en las manos como la mano del niño que sostiene la pelota de colores y no quiere perderla. Luego me doy cuenta de que no vale la pena ganar el mundo si yo sigo chapoteando en ese charco. Merezco el océano. El abrazo de mi amore. La compañía de mis pensamientos alegres. Merezco todo eso y mucho más. La vida que no acaba, la vida que cada día vuelve a empezar. 

Buenas noches soñadores 💙

#carol@escribirparavivir✍️

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