Miércoles. Desayuno.

Debería ocurrir con más frecuencia, pero es bastante difícil eso de desayunar sola un día entre semana con el fresquito de la mañana delante de las hojas de otoño, árboles que me invitan a no tener prisa, pero la tengo. Pena. Realmente es una pena no poder quedarme a saborear mejor el momento e incluso abrir un libro y ponerme a leer hasta que el sol anuncie el día que está empezando. 

Deberías hacerlo de vez en cuando, alguna vez, aunque sea sabiendo que tienes que levantarte en diez minutos de la mesa porque la vida va más deprisa que tus deseos. Mis deseos. A veces tan deprisa y otras veces tan lenta. La vida que pasa, a veces, sin apenas darte cuenta. 

Buenas noches soñadores 💙

#carol@escribirparavivir✍️